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martes, 7 de diciembre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica



 

I. La maternidad de María respecto de la Iglesia

Totalmente unida a su Hijo...

964 El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. "Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte" (LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión:

«La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor, daba amorosamente su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima que Ella había engendrado. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26-27)» (LG 58).

lunes, 22 de noviembre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica



 

947 "Como todos los creyentes forman un solo cuerpo, el bien de los unos se comunica a los otros [...] Es, pues, necesario creer [...] que existe una comunión de bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante es Cristo, ya que Él es la cabeza [...] Así, el bien de Cristo es comunicado [...] a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia" (Santo Tomás de Aquino, In Symbolum Apostolorum scilicet «Credo in Deum» expositio, 13). "Como esta Iglesia está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común" (Catecismo Romano, 1, 10, 24).

jueves, 18 de noviembre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica



 

932 En la Iglesia que es como el sacramento, es decir, el signo y el instrumento de la vida de Dios, la vida consagrada aparece como un signo particular del misterio de la Redención. Seguir e imitar a Cristo "desde más cerca", manifestar "más claramente" su anonadamiento, es encontrarse "más profundamente" presente, en el corazón de Cristo, con sus contemporáneos. Porque los que siguen este camino "más estrecho" estimulan con su ejemplo a sus hermanos; les dan este testimonio admirable de "que sin el espíritu de las bienaventuranzas no se puede transformar este mundo y ofrecerlo a Dios" (LG 31).

miércoles, 20 de octubre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica



 

905 Los laicos cumplen también su misión profética evangelizando, con "el anuncio de Cristo comunicado con el testimonio de la vida y de la palabra". En los laicos, "esta evangelización [...] adquiere una nota específica y una eficacia particular por el hecho de que se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo" (LG 35):

«Este apostolado no consiste sólo en el testimonio de vida; el verdadero apostolado busca ocasiones para anunciar a Cristo con su palabra, tanto a los no creyentes [...] como a los fieles» (AA 6; cf. AG 15).

domingo, 3 de octubre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

889 Para mantener a la Iglesia en la pureza de la fe transmitida por los apóstoles, Cristo, que es la Verdad, quiso conferir a su Iglesia una participación en su propia infalibilidad. Por medio del "sentido sobrenatural de la fe", el Pueblo de Dios "se une indefectiblemente a la fe", bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia (cf. LG 12; DV 10).

sábado, 18 de septiembre de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica



 

ARTÍCULO 9

“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

Párrafo 4
LOS FIELES DE CRISTO: JERARQUÍA, LAICOS, VIDA CONSAGRADA

I. La constitución jerárquica de la Iglesia

Razón del ministerio eclesial

874 El mismo Cristo es la fuente del ministerio en la Iglesia. Él lo ha instituido, le ha dado autoridad y misión, orientación y finalidad:

«Cristo el Señor, para dirigir al Pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia diversos ministerios que están ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto, los ministros que posean la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros del Pueblo de Dios [...] lleguen a la salvación» (LG 18).

domingo, 11 de julio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

Párrafo 2
LA IGLESIA, PUEBLO DE DIOS, CUERPO DE CRISTO,
TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO

II. La Iglesia, Cuerpo de Cristo

Cristo, Cabeza de este Cuerpo

793 Él nos une a su Pascua: Todos los miembros tienen que esforzarse en asemejarse a él "hasta que Cristo esté formado en ellos" (Ga 4, 19). "Por eso somos integrados en los misterios de su vida [...], nos unimos a sus sufrimientos como el cuerpo a su cabeza. Sufrimos con él para ser glorificados con él" (LG 7).

sábado, 10 de julio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

Párrafo 2
LA IGLESIA, PUEBLO DE DIOS, CUERPO DE CRISTO,
TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO

II. La Iglesia, Cuerpo de Cristo

Cristo, Cabeza de este Cuerpo

792 Cristo "es la Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1, 18). Es el Principio de la creación y de la redención. Elevado a la gloria del Padre, "él es el primero en todo" (Col 1, 18), principalmente en la Iglesia por cuyo medio extiende su reino sobre todas las cosas.

 

domingo, 4 de julio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

Párrafo 2
LA IGLESIA, PUEBLO DE DIOS, CUERPO DE CRISTO,
TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO

I. La Iglesia, Pueblo de Dios

Un pueblo sacerdotal, profético y real

786 El Pueblo de Dios participa, por último, en la función regia de Cristo. Cristo ejerce su realeza atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección (cf. Jn 12, 32). Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos, no habiendo "venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos" (Mt 20, 28). Para el cristiano, "servir a Cristo es reinar" (LG 36), particularmente "en los pobres y en los que sufren" donde descubre "la imagen de su Fundador pobre y sufriente" (LG 8). El pueblo de Dios realiza su "dignidad regia" viviendo conforme a esta vocación de servir con Cristo.

«La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos debe saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón?» (San León Magno, Sermo 4, 1).

domingo, 27 de junio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

III. El misterio de la Iglesia

La Iglesia, sacramento universal de la salvación

776 Como sacramento, la Iglesia es instrumento de Cristo. Ella es asumida por Cristo "como instrumento de redención universal" (LG 9), "sacramento universal de salvación" (LG 48), por medio del cual Cristo "manifiesta y realiza al mismo tiempo el misterio del amor de Dios al hombre" (GS 45, 1). Ella "es el proyecto visible del amor de Dios hacia la humanidad" (Pablo VI, Discurso a los Padres del Sacro Colegio Cardenalicio, 22 junio 1973) que quiere "que todo el género humano forme un único Pueblo de Dios, se una en un único Cuerpo de Cristo, se coedifique en un único templo del Espíritu Santo" (AG 7; cf. LG 17).

viernes, 25 de junio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

III. El misterio de la Iglesia

La Iglesia, sacramento universal de la salvación

774 La palabra griega mysterion ha sido traducida en latín por dos términos: mysterium y sacramentum. En la interpretación posterior, el término sacramentum expresa mejor el signo visible de la realidad oculta de la salvación, indicada por el término mysterium. En este sentido, Cristo es Él mismo el Misterio de la salvación: Non est enim aliud Dei mysterium, nisi Christus ("No hay otro misterio de Dios fuera de Cristo"; san Agustín, Epistula 187, 11, 34). La obra salvífica de su humanidad santa y santificante es el sacramento de la salvación que se manifiesta y actúa en los sacramentos de la Iglesia (que las Iglesias de Oriente llaman también "los santos Misterios"). Los siete sacramentos son los signos y los instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la gracia de Cristo, que es la Cabeza, en la Iglesia que es su Cuerpo. La Iglesia contiene, por tanto, y comunica la gracia invisible que ella significa. En este sentido analógico ella es llamada "sacramento".

jueves, 17 de junio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

II. Origen, fundación y misión de la Iglesia

La Iglesia, instituida por Cristo Jesús

766 Pero la Iglesia ha nacido principalmente del don total de Cristo por nuestra salvación, anticipado en la institución de la Eucaristía y realizado en la cruz. "El agua y la sangre que brotan del costado abierto de Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento" (LG 3) ."Pues del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de toda la Iglesia" (SC 5). Del mismo modo que Eva fue formada del costado de Adán adormecido, así la Iglesia nació del corazón traspasado de Cristo muerto en la cruz (cf. San Ambrosio, Expositio evangelii secundum Lucam, 2, 85-89).

lunes, 14 de junio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

II. Origen, fundación y misión de la Iglesia

La Iglesia, instituida por Cristo Jesús

763 Corresponde al Hijo realizar el plan de Salvación de su Padre, en la plenitud de los tiempos; ese es el motivo de su "misión" (cf. LG 3; AG 3). "El Señor Jesús comenzó su Iglesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las Escrituras" (LG 5). Para cumplir la voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la tierra. La Iglesia es el Reino de Cristo "presente ya en misterio" (LG 3).

domingo, 6 de junio de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 9
“CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA”

I. Los nombres y las imágenes de la Iglesia

Los símbolos de la Iglesia

755 "La Iglesia es labranza o campo de Dios (1 Co 3, 9). En este campo crece el antiguo olivo cuya raíz santa fueron los patriarcas y en el que tuvo y tendrá lugar la reconciliación de los judíos y de los gentiles (Rm 11, 13-26). El labrador del cielo la plantó como viña selecta (Mt 21, 33-43 par.; cf. Is 5, 1-7). La verdadera vid es Cristo, que da vida y fecundidad a a los sarmientos, es decir, a nosotros, que permanecemos en él por medio de la Iglesia y que sin él no podemos hacer nada (Jn 15, 1-5)".  (LG 6)

lunes, 24 de mayo de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

V El Espíritu y la Iglesia en los últimos tiempos

El Espíritu Santo y la Iglesia

737 La misión de Cristo y del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta misión conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su comunión con el Padre en el Espíritu Santo: El Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección. Les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la comunión con Dios, para que den "mucho fruto" (Jn 15, 5. 8. 16).

lunes, 17 de mayo de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

IV El Espíritu de Cristo en la plenitud de los tiempos

Cristo Jesús

730 Por fin llega la hora de Jesús (cf. Jn 13, 1; 17, 1): Jesús entrega su espíritu en las manos del Padre (cf. Lc 23, 46; Jn 19, 30) en el momento en que por su Muerte es vencedor de la muerte, de modo que, "resucitado de los muertos por la gloria del Padre" (Rm 6, 4), enseguida da a sus discípulos el Espíritu Santo exhalando sobre ellos su aliento (cf. Jn 20, 22). A partir de esta hora, la misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia: "Como el Padre me envió, también yo os envío" (Jn 20, 21; cf. Mt 28, 19; Lc 24, 47-48; Hch 1, 8).

domingo, 16 de mayo de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

IV El Espíritu de Cristo en la plenitud de los tiempos

Cristo Jesús

729 Solamente cuando ha llegado la hora en que va a ser glorificado Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres (cf. Jn 14, 16-17. 26; 15, 26; 16, 7-15; 17, 26): El Espíritu de Verdad, el otro Paráclito, será dado por el Padre en virtud de la oración de Jesús; será enviado por el Padre en nombre de Jesús; Jesús lo enviará de junto al Padre porque él ha salido del Padre. El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, permanecerá con nosotros; nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de Él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo. En cuanto al mundo, lo acusará en materia de pecado, de justicia y de juicio

sábado, 15 de mayo de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

IV El Espíritu de Cristo en la plenitud de los tiempos

Cristo Jesús

728 Jesús no revela plenamente el Espíritu Santo hasta que él mismo no ha sido glorificado por su Muerte y su Resurrección. Sin embargo, lo sugiere poco a poco, incluso en su enseñanza a la muchedumbre, cuando revela que su Carne será alimento para la vida del mundo (cf. Jn 6, 27. 51.62-63). Lo sugiere también a Nicodemo (cf. Jn 3, 5-8), a la Samaritana (cf. Jn 4, 10. 14. 23-24) y a los que participan en la fiesta de los Tabernáculos (cf. Jn 7, 37-39). A sus discípulos les habla de él abiertamente a propósito de la oración (cf. Lc 11, 13) y del testimonio que tendrán que dar (cf. Mt 10, 19-20).

viernes, 14 de mayo de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO

CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

IV El Espíritu de Cristo en la plenitud de los tiempos

Cristo Jesús

727 Toda la Misión del Hijo y del Espíritu Santo en la plenitud de los tiempos se resume en que el Hijo es el Ungido del Padre desde su Encarnación: Jesús es Cristo, el Mesías.

Todo el segundo capítulo del Símbolo de la fe hay que leerlo a la luz de esto. Toda la obra de Cristo es misión conjunta del Hijo y del Espíritu Santo. Aquí se mencionará solamente lo que se refiere a la promesa del Espíritu Santo hecha por Jesús y su don realizado por el Señor glorificado.

lunes, 19 de abril de 2021

Catecismo de la Iglesia Católica


 

CAPÍTULO TERCERO
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

ARTÍCULO 8
“CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

III. El Espíritu y la Palabra de Dios en el tiempo de las promesas

702 Desde el comienzo y hasta "la plenitud de los tiempos" (Ga 4, 4), la Misión conjunta del Verbo y del Espíritu del Padre permanece oculta pero activa. El Espíritu de Dios preparaba entonces el tiempo del Mesías, y ambos, sin estar todavía plenamente revelados, ya han sido prometidos a fin de ser esperados y aceptados cuando se manifiesten. Por eso, cuando la Iglesia lee el Antiguo Testamento (cf. 2 Co 3, 14), investiga en él (cf. Jn 5, 39-46) lo que el Espíritu, "que habló por los profetas" (Símbolo Niceno-Constantinopolitano: DS 150), quiere decirnos acerca de Cristo.

Por "profetas", la fe de la Iglesia entiende aquí a todos los que fueron inspirados por el Espíritu Santo en el vivo anuncio y en la redacción de los Libros Santos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La tradición judía distingue la Ley [los cinco primeros libros o Pentateuco], los Profetas [que nosotros llamamos los libros históricos y proféticos] y los Escritos [sobre todo sapienciales, en particular los Salmos] (cf. Lc 24, 44).